Un inminente y esperado NIMBY (Not in my Back Yard) es
la respuesta ante un “problema de desechos”, ya evidente en espacios
habitacionales, laborales y comerciales de la ciudad de México. El servicio de
recolección de basura, ausente en estos últimos días y la falta de espacios al
interior y exterior de los centros urbanos; no son problemas nuevos. Lamentablemente,
estos espacios (tiraderos de basura) parecen ser uno de tantos males necesarios
que ante decisiones tan equivocadas como la disposición de estos, en espacios
lejanos a nuestra vista, olfato y en tiraderos a cielo abierto; han ido
reproduciendo nuestra apatía, conformismo y nuestras esperanzas de ver en
alguna autoridad, la necesidad de solución, a un problema generado por todos
los que habitamos en esta ciudad de México.
No pretendo echar culpa a nadie y
mucho menos, diré que esta recae en una sola persona. Creo, que todos hemos
sido parte directa o indirectamente de lo que ahora deberíamos enfrentar como
reto y no como problema. Simplemente me detengo y pienso que es mejor comenzar realmente
a reflexionar, sobre estos fenómenos, que han estado tanto tiempo
reproduciéndose y nunca han sido cambiados en la forma de tratarlos
socialmente, políticamente ni físicamente.
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